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martes, 27 de octubre de 2009

El Theremin en la epoca de oro de la Ciencia Ficcion

El extraño sonido del theremin hizo que se utilizase en las bandas sonoras y para crear ambientación en las películas de ciencia ficción y terror en los años 50. Al pensar en theremin + extraterrestres, nos viene enseguida a la cabeza "The Day the Earth Stood Still" (Ultimátum a la tierra) como primera película del genero con theremin. Pero no es así: antes tenemos dos grandes clásicos: "Rocketship X-M" (Kurt Neumann 1950) y la famosa "The Thing from Another World" (Christian Nyby 1951).

En la historia de "Rocketship X-M" (Kurt Neumann 1950) nos encontramos con unos astronautas de viaje a la luna. Un meteorito interfiere la ruta de la nave y esto hace que, sorprendentemente, acaben en Marte… Aprovechando el desvío, la tripulación decide descender en el planeta rojo; pero terminarán por descubrir los restos de una civilización muy avanzada, que ha sido devastada por una guerra nuclear y cuyos únicos sobrevivientes han regresado a la edad de piedra.



Anticipándose algunas semanas al estreno de Con destino a la Luna, "Rocketship X-M" inicia la edad de oro de la ciencia-ficción en el cine. Y mientras que los creadores de Con destino a la Luna se conformaron con simplemente contar la historia de un vuelo pionero al espacio, Karl Neumann (Kronos, She Devil, The Fly) y su equipo fueron más ambiciosos e incluyeron el contacto con extraterrestres, un mensaje antimilitar e incluso, la mano de Dios en el guión; así como un final muy poco común para una película de ciencia-ficción de los años 50.
En la banda sonora, del conocido compositor clásico Ferde Grofé (EEUU, 1892-1972), tenemos un solo de theremin que sirve para ambientar los paisajes Marcianos. Seguramente sea una improvisación creada por Samuel Hoffman. Esta película sirvió para presentar el theremin a los seres de otros mundos.

En la otra fascinante producción, "The Thing from Another World", ya aparece el theremin integrado con la orquesta, pero no de la forma a la que estamos habituados, sino como un sutil color más entre los otros instrumentos y casi difícil de detectar.
Hay muchas premisas de The Thing From Another World que son piedras basales y que terminarán por transformarse en rutinas del género. El proceso de investigación y descubrimiento del objeto; el héroe militar con interés amoroso; la lucha intestina entre científicos y militares sobre qué hacer con la creatura. Desde ese punto de vista es un film militarista - el género alternaría esas roles con frecuencia, en donde militares o científicos predominan con su punto de vista mientras que el rol antagónico es visto como demente -. Pero al menos el Dr. Carrington no está expuesto como una caricatura (si bien es por momentos demasiado amanerado), sino que posee amplios razonamientos que permiten justificar sus acciones - preservar al alien a riesgo de la vida de los integrantes de la base.






Unos meses después se estrenaría "The Day the Earth Stood Still" (Robert Wise 1951). En el contexto de la Guerra Fría, Hollywood se impuso la tarea de alertar al ciudadano medio de los peligros del comunismo, lo que cinematográficamente se tradujo en la producción de docenas de thrillers y melodramas poblados de espías soviéticos o de traidores norteamericanos, y de un no menor número de películas en las que la amenaza roja llegaba a la tierra en forma de marcianos, selenitas o cualquier otro habitante del sistema solar dotado de la suficiente capacidad tecnológica y militar como para acabar con el estilo de vida norteamericano. En medio de esta tendencia ideológica surgió The Day the Earth Stood Still, producción con la que Robert Wise contaría con la tendencia de la época para emitir un discurso pacifista al que beneficia una narración impecable. , y en este caso con una banda sonora compuesta por el maestro Bernard Herrmann (EEUU, 1911-1975), digna de tocarse en las mejores salas de concierto. Consiste en una suite de temas donde el theremin se luce continuamente. Tiene partes tanto como solista como integrado en la orquesta e incluso dúos de theremin. Escenas como la aparición del robot Gort, con el fondo de theremin, son momentos míticos dentro de la historia del cine.








ed2k:Bernard Herrmann - The Day The Earth Stood Still - Soundtrack

Dos años después se estrenó el otro icono de la fórmula “theremin + extraterrestres”: "It Came from Outer Space" (Jack Arnold 1953), con guión basado en "The meteor", una historia de Ray Bradbury. Una pareja, él astrónomo aficionado, ella maestra, ve en la noche desértica de Arizona caer un objeto. Creen que es un meteorito, pero en realidad es una nave espacial que queda enterrada por un desprendimiento de tierras. Sin embargo, los extraterrestres pronto comenzarán a hacer objeto de presencia en los terrenos circundantes... Esta magnífica película se ve, por lo demás, apoyada por los típicos actores de serie B que se harían característicos en la temática, como un consistente Richard Carlson o una bellísima Barbara Rush. El resultado es un clásico del género, que con los años y los sucesivos visionados mejora, hace patente su condición de joya de aire semi-surrealista implantada en un tratamiento documentalista, con una fotografía en blanco y negro espléndida y con una sugestiva imaginería alienígena con la figura del hexágono como leit motiv principal. La película tiene una inquietante banda sonora donde el theremin hace sonar, a lo largo de todo el metraje, una melodía de... ¡4 notas!, eso sí, muy bien colocadas y aprovechadas con sumo gusto. Entre los numerosos compositores que intervienen en la banda sonora, se considera que las partes de theremin pertenecen a Henry Mancini (USA, 1924-1994).

Realmente, esta fue la primera banda sonora de theremin con el típico sonido "ululante" y melodía disonante y fantasmal que siempre hemos relacionado con alienígenas y demás monstruos.

Curiosamente, en estas dos películas los malos no eran los extraterrestres sino los humanos. Este dato trastoca el concepto de las "invasiones" alienígenas con fondo de theremin.


Pues aunque parezca increíble, aquí se acaba la aportación del theremin al mundo de los extraterrestres, no hay más producciones de ese tipo filmadas en esa época. Sólo nos queda por nombrar la película del espacio (sin marcianos) "Project Moon base" (Richard Talmadge 1953), ambientada en un futuro no muy lejano, en 1970. En este caso, el theremin ya lo tenemos directamente en los títulos iniciales (e incluso antes de la primera imagen) en un bonito tema compuesto por Herschel Burke Gilbert (USA 1918-2003) que, curiosamente, ya empieza a recordar las epopeyas galácticas de los años 70/80.



Aunque otros instrumentos han entrado en competencia directa con él, el theremin sigue empleándose en la música de cine. Hemos podido escucharlo, además de en "Ed Wood" (Tim Burton, 1994), en "eXistenZ" (David Cronenberg,1999), también gracias a Howard Shore, o en "Mars Attacks!" (Tim Burton, 1996), de Danny Elfman (de nuevo un guiño a las películas clásicas de ciencia ficción).












Fuentes:

http://www.thereminhispano.com/
http://www.portal-cifi.com/
http://www.sssm.com.ar/arlequin/
http://fullxmovies.blogspot.com/
http://www.pasadizo.com/
http://www.bsospirit.com/
http://escuchaescucha.blogspot.com/

viernes, 23 de octubre de 2009

“Spellbound”: Alfred Hitchcock, Salvador Dalí, Miklos Rozsa, Samuel J. Hoffman, y el Theremin.



“Spellbound” (1945), es un thriller psicológico del director Alfred Hitchcock, basado en la novela de Francis Beeding, “The House of Dr. Edwardes” (1927). La cinta está protagonizada por Ingrid Bergman, Gregory Peck, Michael Chekhov y Leo G. Carroll.

Tras haber terminado las filmaciones de “Lifeboat” (1943), Alfred Hitchcock volcó su atención a su próximo proyecto. Consciente del deseo de David O. Selznick de realizar un film que hablara de las posibilidades curativas de la psicoterapia, Hitchcock había estado buscando una novela que sirviera para cumplir este objetivo, y cuyos derechos pudiera adquirir sin complicaciones. La idea del director era evitar los tópicos que pudieran resultar controversiales, y por una vez ganarle a Selznick en su propio juego, adquiriendo la opción cinematográfica de una novela adaptable, para luego revenderle los derechos al productor. La novela escogida por el director sería, “The House of Dr. Edwardes”, la cual había sido escrita por John Leslie Palmer y Hilary Aidan St. George Saunders, bajo el seudónimo de Francis Beeding, y cuyo contenido era un sorprendente relato de brujería, cultos satánicos, psicopatología, asesinato y confusión de identidades, ambientado en un asilo suizo.

Selznick se mostró bastante receptivo a la idea de Hitchcock, principalmente por el hecho de que en aquel entonces se encontraba consultando a un psicoterapeuta. Aunque el productor no se comprometió del todo con el proyecto, si se mostró sumamente interesado en que la historia se enfocara en el psicoanálisis. Finalmente, Selznick decidió comprarle los derechos a Hitchcock, quién dicho sea de paso, se encontraba en Londres, y le encargó la producción de la cinta al guionista Ben Hecht. Poco tiempo después, Hitchcock y Hecht comenzarían a trabajar en la confección del guión, para lo cual visitaron el Asilo de Hartford en Connecticut, la cual sería su primera parada en su recorrido por diversos hospitales mentales, antes de parar en los pabellones psiquiátricos del Hospital Bellevue ubicado en Nueva York. La colaboración entre el director y el guionista resultó ser bastante fructífera, especialmente por el hecho de la fascinación que ambos hombres poseían por los rincones más oscuros de la mente humana. Mientras que Hecht se preocupaba de ir hilvanando una trama coherente, Hitchcock aportaba con los giros argumentales que se apoyaban en aquellos hechos cotidianos que podían convertirse en pequeños traumas.

El guión terminado, contenía una buena parte de las pesadillas y traumas del director. Existe un sensación de latente culpabilidad que cruza toda la cinta, junto con una sensación de legado de las neurosis familiares, lo que no es más que una huella de ciertos recuerdos infantiles que de adulto permanencen escondidos bajo una avalancha de temerosa represión.

Las dos historias de culpabilidad que aparecen en el film, exhiben en cierta medida los propios sentimientos del director: primero está el hombre que cree que fue el responsable de la muerte de su padre; el personaje interpretado por Gregory Peck por su parte, también esconde un sentimiento de culpabilidad que será revelado en el último tramo de la historia. Es la explicación que da el personaje de Bergman, “La gente se cree a menudo culpable de algo que nunca hizo".
Pese a todo esto, la escena clave en lo que al psicoanálisis se refiere, sería la famosa secuencia del sueño del personaje de Peck. Hitchcock y Hecht se las arreglaron para convencer a Selznick que contratara a Salvador Dalí para que realizara una serie de pinturas cuyas imágenes serían utilizadas para retratar el aproblemado inconsciente del protagonista.

Aunque Selznick pensó que Hitchcock le pedía esto para obtener algo de publicidad extra, la verdad es que el director quería presentar secuencias oníricas que resultaran vívidas, lo que iba a resultar más fácil gracias a la gran ejecución gráfica del pintor. Pero las extrañas ideas surrealistas de Dalí, algunas de las cuales derivaban de “Un chien andalou” (1929) y “La Edad de Oro” (1930), los films que había diseñado en Paris con Luis Buñuel, llegaron a extremos desmesurados, e incluso Hitchcock tuvo que reconocer que Selznick tenía razón: la secuencia del sueño tal y como fue diseñada y filmada en un principio resultaba demasiado larga e incomprensible (la secuencia originalmente duraba 20 minutos y quedó reducida a no más de dos minutos). Dicha secuencia fue dirigida por William Cameron Menzies, ya que Hitchcock se encontraba en Londres en ese momento, pero su nombre no aparece en los créditos.


El film de Hitchcock también fue pionero en el uso que hizo el músico Miklos Rozsa del particular sonido del Theremin, abuelito de los instrumentos electrónicos, el cual luego sería ligado a todo tipo de desórdenes psicológicos y mucho más tarde, pasaría a formar parte de las clásicas bandas sonoras de las cintas de ciencia ficción.. Su particular ulular se transformó en el perfecto equivalente sonoro de la sensación de extrañamiento e inestabilidad psíquica.

Para interpretar el theremin en este proyecto se intentó contratar a la famosa thereminista Clara Rockmore. Ella se negó, seguramente por ignorancia o prejuicios contra el cine de Hollywood (o tal vez porque no tenía ninguna necesidad económica), ya que no se entiende como despreció tocar para el maestro de maestros, el compositor Miklos Rosza (1907-1995), en una magnífica partitura que luego fue ganadora del Oscar a la mejor banda sonora y que aun hoy se interpreta en directo como obra independiente de la película.
Después de buscar otros thereministas, la productora se decantó por el Dr. Samuel J. Hoffman (1904-1968). Por suerte, él se adaptaba a cualquier tipo de proyecto y esto le dio una fructífera carrera como thereminista. Tocó en casi todas las producciones donde sonaba un theremin en esa época, a destacar películas como The lost weekend(Billy Wilder 1945), The Spiral Staircase (Robert Siodmak 1946) o The Red House (Delmer Daves 1947). Dos de ellas con música nuevamente de Miklos Rosza.

La película obtuvo seis nominaciones al Oscar, entre las que se encuentran la de mejor actor secundario (Michael Chejov), mejor fotografía (George Barnes), y mejor director, de las cuales ganó uno a la mejor banda sonora, obra de Miklós Rózsa.

ed2k:Spellbound - Complete Score - Miklos Rozsa
ed2k:Spellbound 1945 Dvdrip Xvid Ac3

Fuentes:
http://www.fantomas-cinemascope.blogspot.com/
http://www.malba.org.ar
http://www.thereminhispano.com/