"La Tecnologia es como las Noticias: Cuando al fin la obtenemos, ya es Historia Antigua."
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martes, 16 de marzo de 2010

"El ojo oye, el oído ve": Norman McLaren (1914-1987).



... La voluntad de realizar un tipo de cine que pueda deshacerse de los límites convencionales de la percepción...




Filmografía:

1936


Hell Unltd.





1938

Love on the Wing (General Post Office film unit). Ibert Divertissement.



1939

Allegro (Guggenheim Museum). Synthetic sound Rumba (ibid).

Stars and Stripes (ibid). March tune.

1940

Dots (ibid). Synthetic sound.



Loops (ibid). Synthetic sound.

Boogie-Doodle (ibid). Albert Ammons plays boogie.



Spook Sport. Interpretation of Saint-Saëns' Danse macabre.



1941

Mail Early(NFB). Benny Goodman's 'Jingle Bells'.

V for Victory (NFB). Sousa march.

1942

Five for Four (NFB). Ammons plays "Pinetop Boogie."

Hen Hop (NFB). Barn dance music.



1943


Dollar Dance (NFB). Music by Applebaum; lyrics by Guy Glover and McLaren.

1944

Alouette (NFB). N. 1 of the Let's All Sing Together sing-along series.



C'est l'aviron (NFB). Part of the Chants Populaires series.



1946

Là-haut sur ces montagnes (NFB). The singing of the folksong from which the film takes its title. Part of the Chants populaires series.

A Little Phantasy on a 19th-Century Painting (NFB). Synthetic sound.



Hoppity Pop (NFB). Barrel organ music.



1947

Fiddle-De-Dee (NFB). Fiddler plays 'Listen to the Mocking Bird.



La Poulette Grise (NFB). Anna Malenfant sings the folksong.

1949

Begone Dull Care (NFB). Oscar Peterson Trio plays jazz.



1950

Pen Point Percussion (NFB). Synthetic sound. 1951.



Around Is Around (NFB). Music by Louis Applebaum.

Now Is the Time (NFB). Synthetic sound.

1952

Neighbours (NFB). Synthetic sound A Phantasy (NFB). Maurice Blackburn's music for saxophone and synthetic sound.



Two Bagatelles (NFB). Synthetic sound 1955.

Blinkity Blank (NFB 1955). Synthetic sound and music of Blackburn



1956

Rythmetic (NFB). Synthetic sound.



1957

A Chairy Tale (NFB). Music performed by Ravi Shankar and Chatur Lal.



1958

Le Merle (NFB). Trio lyrique sings the folksong 'Mon merle.'



1959

Mail Early for Christmas (NFB). Music by Eldon Rathburn.

Serenal (NFB). Grand Curacaya Orchestra of Trinidad.

Short and Suite (NFB). Eldon Rathburn's music for jazz ensemble.



1960

Lines Vertical (NFB). Blackburn plays electronic piano.



1962

Lines Horizontal (NFB). Pete Seeger plays winds and strings.



1964

Canon (NFB). How a musical canon is constructed, using music by Rathburn.



1965


Mosaic (NFB). Synthetic sound.

1967

Pas de Deux (NFB). Panpipes.





1968

Psyche Rock.
Pierre Henry, Michel Colombier.



1969

Spheres (NFB). Gould plays Bach Fugue 24 and Prelude 20 (Book I) and Fugue 14 (Book II) from The Well-tempered Clavier.



1971


Synchromy (NFB). Synthetic sound.



1972

Ballet Adagio (NFB). Albinoni Adagio.


1976/78

Also Animated Motion (NFB), a series of five study of films prepared by McLaren on animation techniques.











1983

Narcissus (NFB). Balletic interpretation of the Greek myth. Music by Maurice Blackburn.







domingo, 14 de marzo de 2010

Arco Iris: "Agitor Lucens V" (1974)... O Cuando a Gustavo Santoalalla lo Mato la Critica de la Opinion.



El sábado 9 de agosto de 1975, hace treinta y cuatro años, Jorge Andrés publicó en La Opinión su crítica del esperpéntico estreno local de Agitor Lucens V, con música interpretada en vivo por el grupo Arco Iris y coreografía de Oscar Aráiz.

Según lo revela el estreno de “Agitor Lucens V” por Arco Iris
El rock argentino se ha muerto aburrido y en silencio...


Escribe Jorge H. Andrés

"Sin que nadie lo llorara, el rock argentino se murió plácidamente de aburrimiento. Aquella corriente creativa que a fines de la década pasada se insinuaba como un movimiento popular comparable al del tango en los años 40, fue incapaz de fijarse metas estéticas y temáticas concretas y terminó diluyéndose entre el convencionalismo y la pretensión.
La música progresiva nacional falleció pura e ignorante como un chico. El único, inolvidable rasgo que llegó a definir fue su simpatía tierna y ruidosa. Con tiempo para crecer es probable que hubiera sido sensual, fantasiosa y con ansias de cambios profundos, pero clauidicó antes, cuando había roto todos los vidrios sin lograr abrir la ventana.
Si se lo piensa en la perspectiva de otros países, el rock nativo no alcanzó altas cumbres artísticas pero tampoco se manchó con la decadente espectacularidad que caracteriza al género actualmente. En el país, quienes iniciaron este tipo de música fueron pobres de parafernalia electrónica pero muy imaginativos para transmitir con sinceridad, lirismo y humor el sentimiento de una generación.
De toda esta gente, como Moris, Miguel Abuelo, Litto Nebbia, Claudio Gabis, Alejandro Medina, Spinetta, Del Guercio, Molinari, Javier Martínez, Pinchevsky, Rodolfo García o Billy Bond, los que no optaron por el exilio, andan por ahí, vagando en sus delirios particulares o en la rutina del ejecutante profesional.
Por inocencia, vergüenza o apatía, el rock se agotó en Buenos Aires sin intentar la etapa del show y el disfraz, muy comunes en cualquier parte. La solitaria y honorable excepción fue la ejecución en vivo de la obra La Biblia en el cine Gran Rex, hace justamente un año, un hecho que por su solvente gigantismo hizo pensar a este cronista que el género crecía saludablemente (La Opinión, 3 de agosto de 1974) cuando lo que en realidad ocurría es que estaba dando, impotente y gastado, una gran fiesta de despedida.
El martes a la noche, en la misma sala de la calle Corrientes, se presentó Agitor Lucens V, un “concierto-ballet” de Gustavo Santaolalla interpretado por el conjunto Arco Iris y bailado por el elenco de Oscar Aráiz, el mismo que hace poco tiempo estrenó la obra en Francia pero con la parte musical grabada.
No conforta asistir a este espectáculo, que se repite el lunes y martes próximo. Es música de ínfimo nivel, plagada de lugares comunes, ejecutada con crudeza y exhibicionismo y repleta de una poesía de vulgar intención profética. Y pretenciosa, que es el más difícil de perdonar de todos los defectos..."




"...Es la vieja estrategia de Arco Iris, cuarteto surgido en 1969, el momento culminante del rock porteño y que juiciosamente se construyó una falsa imagen de conjunto inquieto y profundo que lo convirtió en el número predilecto de público y organizaciones que habitualmente detestan la música popular.
De acuerdo con un bien diagramado plan, estrenaron suite tras suite y cantata tras cantata, probando todas las recetas del oportunismo y rodeándose de una ideología mística puntualmente comentada por todas las revistas especializadas en intimidades del negocio del espectáculo.
Agitor Lucens V es coherente con esa trayectoria. Una estirada hora y media de música con ocasionales partes cantadas y que viene a ser algo así como la anticipación de una utopía sideral, a pesar de que también se incluye un himno de énfasis guerrero y un Salmo a Cristo frente al cual la Misa Criolla de Ariel Ramírez suena como el mejor Mozart.
Estilísticamente la obra es un refrito simplificado de todo lo que está de moda dentro del rock y jazz de la actualidad. Hay menos folklore andino que en la producción previa de Gustavo Santaolalla, que es el principal compositor y solista del conjunto, pero sí un prominente empleo del sintetizador y de preciosismos de percusión.
El aporte de Oscar Aráiz se limita a ilustrar una tercera parte de los capítulos de Agitor. La tarea tiene la decorativa eficacia característica de este coreógrafo pero el material es muy poco estimulante y no hay grandes ideas planteadas sobre el escenario, apenas una vistosa antología de movimientos y diagramas vistos otras veces pero que son un buen pretexto para evadirse de la infernal vulgaridad del acompañamiento musical."


Imperdible la nota completa de Diego Fischerman: "Un Modelo", de la cual esta critica es un extracto.



Arco Iris - Oscar Araiz
Agitor Lucens V

corrientes 857
cine gran rex
Julio-Agosto 1975

Primera Parte:
Principe del alba
Las luces eternas
Intro, la nave madre
Lucero andino
Vientos celestiales
Si el señor me dio estas manos
Bas - bus
El regreso del pájaro dorado

Segunda Parte:
La nave madre
El Arcangel Miguel
Agitor
Sendero de Marcahuasi
Paraíso sideral
Un tiempo y tiempos y la mitad de un tiempo
Lucens V
Las huestes de Orion
Salmo a Cristo, el sublime peregrino

Reseña y descarga del disco en: LOS INCONSEGUIBLES DEL ROCK ARGENTINO

Fuentes:
http://cuentosdelpescador.blogspot.com/2009/08/un-modelo.html
http://losinconseguiblesdelrock.blogspot.com/2007/02/arco-iris-agitor-lucens-v-1974.html
http://www.magicasruinas.com.ar/publicidad/piepubli188.htm
http://www.dospotencias.com.ar/rebelde/arco2.htm
http://www.lahistoriadelrock.com.ar/gen/cap8.html

miércoles, 2 de diciembre de 2009

El Secreto de sus Ojos; Persecusión en un Plano Secuencia "Imposible" que nos dejo con la boca abierta.



En una entrevista le preguntan sobre la escena a Campanella:

¿Cómo logró usted esa impresionante toma aérea que culmina con una persecución en primer plano, mezcla de humanos y digitales? ¿Y puede durar como seis minutos, sin que se note ningún corte?
- Avance cuadro a cuadro y no verá ninguno. Ya muchos sitios de software de efectos visuales nos están pidiendo esa toma, pero ahora no voy a develar nada. Forma parte de la diversión el que todos se intriguen queriendo saber “cómo lo hizo”. Sólo diré que nos llevó dos años de preparación, tres días de rodaje con actores y 200 extras, y nueve meses de postproducción, empleando en parte el programa Massive que usó Peter Jackson para El señor de los anillos. Los de la productora “100 bares” somos los únicos en Latinoamérica que podemos y sabemos usar ese programa. Agradezcamos a nuestro supervisor de efectos visuales Rodrigo Tomasso, un entrerriano que dicta cursos en Norteamérica, y esperemos que no se lo lleven.

Fuente:
Esto es lo mejor de "El Secreto de sus Ojos"

viernes, 23 de octubre de 2009

“Spellbound”: Alfred Hitchcock, Salvador Dalí, Miklos Rozsa, Samuel J. Hoffman, y el Theremin.



“Spellbound” (1945), es un thriller psicológico del director Alfred Hitchcock, basado en la novela de Francis Beeding, “The House of Dr. Edwardes” (1927). La cinta está protagonizada por Ingrid Bergman, Gregory Peck, Michael Chekhov y Leo G. Carroll.

Tras haber terminado las filmaciones de “Lifeboat” (1943), Alfred Hitchcock volcó su atención a su próximo proyecto. Consciente del deseo de David O. Selznick de realizar un film que hablara de las posibilidades curativas de la psicoterapia, Hitchcock había estado buscando una novela que sirviera para cumplir este objetivo, y cuyos derechos pudiera adquirir sin complicaciones. La idea del director era evitar los tópicos que pudieran resultar controversiales, y por una vez ganarle a Selznick en su propio juego, adquiriendo la opción cinematográfica de una novela adaptable, para luego revenderle los derechos al productor. La novela escogida por el director sería, “The House of Dr. Edwardes”, la cual había sido escrita por John Leslie Palmer y Hilary Aidan St. George Saunders, bajo el seudónimo de Francis Beeding, y cuyo contenido era un sorprendente relato de brujería, cultos satánicos, psicopatología, asesinato y confusión de identidades, ambientado en un asilo suizo.

Selznick se mostró bastante receptivo a la idea de Hitchcock, principalmente por el hecho de que en aquel entonces se encontraba consultando a un psicoterapeuta. Aunque el productor no se comprometió del todo con el proyecto, si se mostró sumamente interesado en que la historia se enfocara en el psicoanálisis. Finalmente, Selznick decidió comprarle los derechos a Hitchcock, quién dicho sea de paso, se encontraba en Londres, y le encargó la producción de la cinta al guionista Ben Hecht. Poco tiempo después, Hitchcock y Hecht comenzarían a trabajar en la confección del guión, para lo cual visitaron el Asilo de Hartford en Connecticut, la cual sería su primera parada en su recorrido por diversos hospitales mentales, antes de parar en los pabellones psiquiátricos del Hospital Bellevue ubicado en Nueva York. La colaboración entre el director y el guionista resultó ser bastante fructífera, especialmente por el hecho de la fascinación que ambos hombres poseían por los rincones más oscuros de la mente humana. Mientras que Hecht se preocupaba de ir hilvanando una trama coherente, Hitchcock aportaba con los giros argumentales que se apoyaban en aquellos hechos cotidianos que podían convertirse en pequeños traumas.

El guión terminado, contenía una buena parte de las pesadillas y traumas del director. Existe un sensación de latente culpabilidad que cruza toda la cinta, junto con una sensación de legado de las neurosis familiares, lo que no es más que una huella de ciertos recuerdos infantiles que de adulto permanencen escondidos bajo una avalancha de temerosa represión.

Las dos historias de culpabilidad que aparecen en el film, exhiben en cierta medida los propios sentimientos del director: primero está el hombre que cree que fue el responsable de la muerte de su padre; el personaje interpretado por Gregory Peck por su parte, también esconde un sentimiento de culpabilidad que será revelado en el último tramo de la historia. Es la explicación que da el personaje de Bergman, “La gente se cree a menudo culpable de algo que nunca hizo".
Pese a todo esto, la escena clave en lo que al psicoanálisis se refiere, sería la famosa secuencia del sueño del personaje de Peck. Hitchcock y Hecht se las arreglaron para convencer a Selznick que contratara a Salvador Dalí para que realizara una serie de pinturas cuyas imágenes serían utilizadas para retratar el aproblemado inconsciente del protagonista.

Aunque Selznick pensó que Hitchcock le pedía esto para obtener algo de publicidad extra, la verdad es que el director quería presentar secuencias oníricas que resultaran vívidas, lo que iba a resultar más fácil gracias a la gran ejecución gráfica del pintor. Pero las extrañas ideas surrealistas de Dalí, algunas de las cuales derivaban de “Un chien andalou” (1929) y “La Edad de Oro” (1930), los films que había diseñado en Paris con Luis Buñuel, llegaron a extremos desmesurados, e incluso Hitchcock tuvo que reconocer que Selznick tenía razón: la secuencia del sueño tal y como fue diseñada y filmada en un principio resultaba demasiado larga e incomprensible (la secuencia originalmente duraba 20 minutos y quedó reducida a no más de dos minutos). Dicha secuencia fue dirigida por William Cameron Menzies, ya que Hitchcock se encontraba en Londres en ese momento, pero su nombre no aparece en los créditos.


El film de Hitchcock también fue pionero en el uso que hizo el músico Miklos Rozsa del particular sonido del Theremin, abuelito de los instrumentos electrónicos, el cual luego sería ligado a todo tipo de desórdenes psicológicos y mucho más tarde, pasaría a formar parte de las clásicas bandas sonoras de las cintas de ciencia ficción.. Su particular ulular se transformó en el perfecto equivalente sonoro de la sensación de extrañamiento e inestabilidad psíquica.

Para interpretar el theremin en este proyecto se intentó contratar a la famosa thereminista Clara Rockmore. Ella se negó, seguramente por ignorancia o prejuicios contra el cine de Hollywood (o tal vez porque no tenía ninguna necesidad económica), ya que no se entiende como despreció tocar para el maestro de maestros, el compositor Miklos Rosza (1907-1995), en una magnífica partitura que luego fue ganadora del Oscar a la mejor banda sonora y que aun hoy se interpreta en directo como obra independiente de la película.
Después de buscar otros thereministas, la productora se decantó por el Dr. Samuel J. Hoffman (1904-1968). Por suerte, él se adaptaba a cualquier tipo de proyecto y esto le dio una fructífera carrera como thereminista. Tocó en casi todas las producciones donde sonaba un theremin en esa época, a destacar películas como The lost weekend(Billy Wilder 1945), The Spiral Staircase (Robert Siodmak 1946) o The Red House (Delmer Daves 1947). Dos de ellas con música nuevamente de Miklos Rosza.

La película obtuvo seis nominaciones al Oscar, entre las que se encuentran la de mejor actor secundario (Michael Chejov), mejor fotografía (George Barnes), y mejor director, de las cuales ganó uno a la mejor banda sonora, obra de Miklós Rózsa.

ed2k:Spellbound - Complete Score - Miklos Rozsa
ed2k:Spellbound 1945 Dvdrip Xvid Ac3

Fuentes:
http://www.fantomas-cinemascope.blogspot.com/
http://www.malba.org.ar
http://www.thereminhispano.com/